Movimiento Amplitud y la Ley de Cuotas

El Movimiento Amplitud quiere combatir la discriminación con más discriminación

 por Mónica Mullor

¿Qué piensan todas esas mujeres que no quieren ni oír hablar de discriminación positiva? ¿Necesitan que se las discrimine aún más de lo que se les ha discriminado ya, aunque sea ahora para bien? 

UnknownLa diputada Karla Rubilar del Movimiento Amplitud ha sido la exponente principal del apoyo a la Ley de Cuotas del gobierno socialista, es decir, en dar su apoyo a la fórmula de implantar políticas igualitarias que defiende el socialismo y que lo que pretende es tratar a los individuos como miembros de un grupo y no como individuos. Rubilar se hace así cómplice de un grave ataque a la dignidad del individuo; pero, sobre todo, del desprecio institucionalizado a las capacidades del ser humano, que, por esencia, tiende a la diversidad, no a una uniformidad impuesta por terceros. Rubilar señala en un artículo publicado en El Dínamo, estar consciente de que «no basta con una Ley de Cuotas» de género y continúa diciendo que «en Amplitud queremos que la Ley de Cuotas no sólo incluya las mujeres, sino también a los jóvenes y representantes de pueblo originarios”.

¿Y que harán cuando otros grupos discriminados o subrepresentados estadísticamente vengan a tocar la puerta a pedir los mismos privilegios otorgados a los otros grupos? La lista puede ser interminable y cada nueva cuota con su grupo de presión correspondiente nos alejaría más y más de una sociedad de individuos libres e iguales.

La discriminación no se combate con discriminación “positiva”, es decir, añadiendo un componente moral al término a fin de evitar el rechazo intuitivo que esta forma de ingeniería social podría provocar en personas formadas, ya que conduce a una sociedad donde los individuos no son juzgados de acuerdo a su mérito sino por su pertenencia a un grupo determinado.

Vaya grave ingenuidad de Amplitud y de la diputada Rubilar al decir que el apoyo a esta medida sería temporal. Parece que no se da cuenta la dinámica colectivista que está ayudando a poner en marcha.

mlk-prayingNo les vendría mal un poco más de calma al Movimiento Amplitud y reflexionar sobre lo que un día Martin Luther King dijo: “Yo tengo un sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter”.

7 pensamientos en “Movimiento Amplitud y la Ley de Cuotas

  1. Estimada Mónica, estoy muy contenta de haberte encontrado y leer tus artículos, este tema que tocas me tiene bastante preocupada ya que veo que los que debieran estudiar este tema y advertir los peligros, no lo hacen, me sorprende escuchar a personas supuestamente de «derecha» utilizar el mismo lenguaje (o neolengua como decía Orwell) sin siquiera darse cuenta del significado de las palabras, digo esto ya que me empecé a interesar en el tema cuando empezaron a hablar de chilenos y chilenas, ciudadanos y ciudadanas, todos y todas, etc, ahí paré las antenas, me parecía muy raro y pensé que obedecía a algo que en esos momentos no estaba viendo, lo primero que pensé fue que era una manera de dividir en dos bandos a las personas, no estaba equivocada, precisamente se trataba de reemplazar la famosa lucha de clases por la lucha de sexos, empecé a estudiar más a fondo el tema y ya sé para donde va todo esto, cuestión que nadie parece advertir por estas latitudes, he visto cómo avanzó esta «perspectiva de género» en otros países como en España por ej, en que se ha introducido esta nueva antropología en las leyes, creando además tribunales de excepción como los tribunales de género, se han cometido aberraciones en nombre de la justicia, vamos por mal camino; me ha costado obtener información, he debido encargar libros al extranjero para estudiar derecho comparado, en eso estoy, y me da mucho temor lo que se viene a raíz de esta ideología totalitaria, te agradecería si me pudieras aportar información que pueda encontrar en internet, páginas web o lo que sea para mantenerme al tanto, como asimismo autores que hayan escrito acerca de este tema, me atrevo a escribirte ya que he leído tus artículos y lo que compartes en FB y veo que compartimos las ideas, lamentablemente no he encontrado eco en personas cercanas, todo esto lo toman a la ligera y no ven más allá de sus narices, no advirtiendo lo peligroso que puede llegar a ser para nuestro país, gracias por leerme y quedaré atenta a tus comentarios, muchos saludos, Gemma. Ah, soy de Chile, vivo en Santiago.

  2. Lo que hay que tener claro es que las discriminaciones son como las cuestas. No hay cuestas arriba o cuestas abajo: depende de en qué extremo te encuentres de ella. De forma similar, toda discriminación «positiva» hacia un grupo de personas lo que oculta es una discriminación «negativa» hacia todas las personas que no forman parte de ese grupo.
    O sea, que se aplica a otras personas aquello que se pretende evitar.

  3. Estimada Mónica, tener una presidenta mujer, por segunda vez además, muestra que nuestra sociedad ha ido internalizando la importancia del rol que puede jugar la mujer en igualdad de condiciones.

    Sinceramente no veo que en Chile la discriminación femenina sea tan grave como la presentan. Percibo cierta instrumentalización del tema por parte de parlamentarias como Karla Rubilar. Será que este planteamiento aumenta la adhesión? El que no haya muchas mujeres congresistas no es sinónimo de discriminación, es sólo falta de interés.

    Falta preocuparse de la discriminación que hay en los sueldos, porque ahí sí que tenemos graves problemas. También hay discriminación salarial respecto de quienes ostentan título universitario vs. un título técnico, aunque ambas tengan cargos de igual responsabilidad. En estas circunstancias es donde se viven las peores injusticias. Parece que olvidan que lo que natura no da, Salamanca no lo presta, ya que el solo hecho de tener título universitario no es garantía de eficiencia ni sentido común.

    Saludos!!

  4. Estimada Mónica, plenamente de acuerdo contigo!!

    Me parece humillante la necesidad de establecer cuotas para el aumento de presencia femenina en el congreso o donde sea. La discriminación positiva es lo mismo que la negativa, es DISCRIMINACION. A mi juicio la meritocracia es lo que debiese prevalecer en todo orden de cosas, ya que el solo hecho de ser mujer no es sinónimo de mérito ni de mayor inteligencia. Donde si es importante meter mano es en el ámbito laboral, flexibilizar el sistema, de tal forma que ser madre de familia no sea incompatible con el trabajo.

    Hay muchos trabajos que perfectamente se pueden realizar desde el hogar, la tecnologia es la herramienta para ello. A modo de ejemplo te pongo el caso de mi trabajo. Soy jefa de adquisiciones de una empresa que tiene 1.300 funcionarios repartidos en 19 establecimientos. Mi equipo de trabajo lo componen tres mujeres, dos casadas con hijos chicos y una soltera. Para mi seria mucho más rentable que pudiesen cotizar desde sus casas, donde además estarían junto a sus hijos, y para ello solo basta con entregar las metas diarias, cómo repartirian su tiempo para lograrlas seria resorte de ellas.

    Lamentablemente los gobiernos que hemos tenido no han qurido abordar el tema laboral. Para este gobierno es más importante desmantelar todo lo anterior , incluida la educación y además efectuar una reforma tributaria que a todas luces cada día se va descubriendo que se convertirá en el lastre que hundirá nuestra floreciente economía.

    Saludos

    • Estimada Pilar,
      Gracias por tu opinión. Lo cierto es que no hay que dejar de reconocer que existe cierta discriminación hacia las mujeres en el mercado laboral, especialmente en puestos de alta posición, en la política y de ingresos en cargos de misma responsabilidad. La pregunta es que hacemos para sensibilizar a la sociedad, en especial, una aún bastante machista como la chilena estimulada por las mismas mujeres. Para eso existe una larga experiencia internacional en países con democracias más desarrolladas, cuando el debate de la Ley de Cuotas fue actual (años 80 y 90),es interesante estudiar esas propuestas, por ejemplo las que se debatieron en Suecia, con el fin de no llegar a la discriminatoria Ley de Cuotas. Pienso que Amplitud se tomo el tema con demasiado apuro. Un tema que por lo demás es relevante para el tipo de sociedad que queremos construir.
      Un abrazo

      • hola,
        concuerdo con todas sobre que, la ley de cuotas, no aporta en nada a la competitividad y es el camino errado.
        Concuerdo que hay trabajos que pueden hacer las mujeres y que permiten hacerlo desde la casa, pero son los menos y no son representativos de las labores que necesita chile que desempeñen.
        Puestos directivos, gerenciales y políticos, si bien son vistosos y destacan a aquella mujer que lo realiza, no son precisamente los cargos que subirán los niveles de participación laboral de las mujeres.
        Los cargos que sí absorben mano de obra es el sector productivo, entiéndase (ventas, fabricación, ingeniería, logística, educación, salud, comunicación, construcción, tecnología, estudios, y etc, etc.), son los bandos medios técnicos, el nivel técnico y profesional. es ahí donde hay que fortalecer la presencia de las mujeres.
        Lamentablemente esos puestos requieren tiempo completo y dedicación exclusiva, que un hombre no tiene inconveniente en dedicar. En cambio una mujer debe postergar el tener hijos para trabajar en eso y recién a los 40 años hacer familia. o bien, tener una calidad de vida de mucho sacrificio si queda embarazada en su edad laboral optima (entre los 24 y 40 años).
        Obligar al mercado a inyectar mujeres a su fuerza laboral, creo que solo hace subir los costos de producción….
        No estoy criticando, solo digo que no es fácil encontrar una formula que sea simple…. es es un problema muy complejo de solucionar….

      • Gracias Michael por su comentario.

        La integración de la mujer al mercado laboral comienza con fuerza en los años 50. Hay bastante investigación al respecto, sobre cómo otros países enfrentaron las dificultades que usted menciona. No para copiar, sino para aprender. En otras palabras, lo que ocurre en Chile no es nada nuevo. Mirar hacia fuera y aprender de los aciertos y desaciertos permite ganar terreno y evitar posibles graves errores.
        Saludos,

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