Sólo el 17,76% funcionarios prefiere la sanidad pública

«LOS DEFENSORES DE LO PÚBLICO PREFIEREN LO PRIVADO»

por Mónica Mullor

«A 31 de diciembre de 2011, del total de empleados civiles -a nivel nacional- un 82,23% estaba adscrito a alguna de las cuatro entidades privadas de seguro libre. El 17,76% optó por el sistema sanitario público. Esta proporción sigue una tendencia bastante estable en los últimos años» Ver Memoria MUFACE 2011. «1.266.693 beneficiarios atendidos por entidades privadas, 273.534 beneficiarios atendidos por la sanidad pública»

¿Por qué hay tanta gente manifestándose contra la gestión privada?
Porque todos los que están en esos hospitales empleados, con plaza, interinos o laborales, ven un ataque directo a su situación. Comprensible desde el punto de vista humano. Pero los funcionarios tienen el derecho a quedarse con la empresa adjudicataria o irse si quieren. Es decir, el fin de la burbuja sanitaria.Centros médicos gestionados por «médicos emprendedores». Que bien le haría a España, gestión público-privada.

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«MUFACE, un modelo consolidado de colaboración público–privada es una muestra evidente del compromiso de una asistencia de calidad compatible con una eficiente administración de los recursos públicos, que posibilita además a sus mutualistas la opción anual de elegir la entidad médica público o privada a través de las cuales quieren recibir la asistencia sanitaria».

Fuente: Memoria MUFACE 2011

01--644x362 Empleados públicos que utilizan sábanas que se financian con cargo a fondos públicos, cuyo coste unitario es de 4,62 euros y que no deben ser utilizadas con fines particulares, pudiendo incurrir en responsabilidad administrativa. 

Finalmente cuando oigan a alguien decir que el sistema sanitario español es el mejor del mundo no le crean. España puesto 24 de 34 países. El sistema sanitario español conduce a un mal uso de los recursos. Necesita reformas para que siga siendo de calidad y sostenible. Países como Suecia, Dinamarca, Alemania, Noruega etc., han reformado sus sistemas sanitarios, pasando del monopolio estatal a la gestión de colaboración pública-privada. La experiencia muestra que este camino es posible y que a los que lo han seguido les ha ido muy bien.

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